La actual y creciente decadencia de la cruzada europea nos ofrece elementos de considerable valor para poder enjuiciar el proyecto de la Unión Europea, y si su implantación va en sintonía con los intereses de los pueblos de Europa, o, en cambio, solo conduce a una progresiva perdida de soberanía nacional de los países miembros en aras de la configuración de un polo imperialista, de una herramienta al servicio de los grandes monopolios para la garantía de un mercado cada vez mayor y mas desregulado.
A juicio del que escribe, la Unión Europea se nos presenta desde su origen, y por su propia naturaleza, como un instrumento de la oligarquía en beneficio del capital monopolístico, por la cual ha hallado vías para expandirse sin trabas ni barreras económicas entre los estados miembro, que ha permitido una alta tasa de concentración de capitales. En cambio, de cara a los trabajadores, su consolidación ha requerido de una fuerte disminución de las condiciones laborales globales en la legislación de los países miembros, así como una apuesta por la privatización de los sectores o servicios que aún se mantenían en manos del estado.
Lo cierto es que, pese a ello, la Unión Europea aún ha sido incapaz de entrar su sitio en la esfera internacional, y todavía bascula tímidamente, al igual que Japón, entre el principal polo imperialista (los Estados Unidos, que aún es hegemonica, tanto en lo referente a ''hard-power'' como en cuanto a ''soft-power), y determinados países que, aún en periodo de gestación, reclaman cada vez mayor sitio en el ámbito de la política internacional y de las necesidades geoestrategicas globales.
En cualquier caso...¿hasta que punto es cierto, tangible y necesario este ''proyecto común europeo plural y democrático'', en el que el draconiano mandato alemán, como país que se articula como cúspide de la UE, es en la práctica indiscutible? ¿Hasta que punto pueden ser ''democráticas'', incluso en el sentido mas puramente formal de la palabra, las directrices de Bruselas (llamadas cínicamente ''políticas comunitarias'', que condenan a países como España a renunciar a buena parte de sus sectores estratégicos en pos de la competitividad europea, a pasar a ser economías basadas en el turismo estival y la especulación inmobiliaria?
Si, es cierto, ''Los del Río'' participaron de la campaña a favor de la Constitución Europea. Si, también el profesor Antonio Negri, principal referencia de la ''izquierda postmoderna''. O incluso el grupusculo nazifascista Movimiento Social Republicano. Tales insignes y ridiculas celebridades, principales exponentes de la decadencia política que vivimos actualmente, en la que todo lo que nos rodea parece una mala comedia de tercer orden con actores que ya dejaron de tener gracia, son buen reflejo de lo que aquí pretendo referirme. Con tan malos tenores, esta opereta no puede merecer la pena.
Si, es cierto, ''Los del Río'' participaron de la campaña a favor de la Constitución Europea. Si, también el profesor Antonio Negri, principal referencia de la ''izquierda postmoderna''. O incluso el grupusculo nazifascista Movimiento Social Republicano. Tales insignes y ridiculas celebridades, principales exponentes de la decadencia política que vivimos actualmente, en la que todo lo que nos rodea parece una mala comedia de tercer orden con actores que ya dejaron de tener gracia, son buen reflejo de lo que aquí pretendo referirme. Con tan malos tenores, esta opereta no puede merecer la pena.
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